Adventures In Paradise

Lucas 2:25 

"Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él."  

La Esperanza de Simeón 

José Espada Marrero

1944

Una vez más percibo gloria de la esperanza

pues sé que la promesa de Dios no fallará;

mirando al Invisible, de pie, con mi confianza,

inconmovible mi alma, el hecho la hallará.

  

He leído y meditado lo que dice el Dios bueno

acerca del Caudillo del pueblo de Israel:

"He aquí que la virgen concebirá en su seno,

y un Hijo dará al mundo que se dirá Emanuel".

¿Ha hablado Jehová en vano? ¿Ha dicho una mentira?

¡El no es hombre que mienta ni trate de engañar!

¿No parlan los profetas cuando el Señor inspira?

¿No podemos con ellos gozarnos y confiar?

El relevó el propósito cuando Adán en el huerto

borro de la conciencia la faz de su Hacedor;

y a todos los videntes y patriarcas, por cierto,

les fué manifestado el plan del Redentor.

Jacob miro su Estrella, Moisés le hirió en la Roca; 

David le vio humillado, y en la cruz Isaías;

Abrahám en un Cordero como tipo le toca;

Pimpollo de justicia le llama Jeremías. 

Hay nieve en mis cabellos, mi cuerpo ya no es fuerte;

comprendo que mis años van pronto a terminar;

más me ha dicho el Espíritu que no veré la muerte

hasta que haya logrado al Príncipe besar.

Avivado en la fe de que el Padre ha empeñado

su palabra, y que luego le veremos cumplir,

sobre el monte de Sion mi altar he levantado,

y allí estaré adorando, velando el porvenir.

Bendigo la promesa que corre por la Biblia

como un hilo de grana que guía la visión; 

no camino en tinieblas, pues la gracia me auxilia,

y como testimonio da paz al corazón.

Los santos del pasado me inspiran con su ejemplo;

su actitud comunica amor a la Verdad;

yo espero ver al Santo entrar un día a su templo;

yo sé que entre mis brazos tendré su Majestad.

Aguardo aquí al Mesías que nos es prometido;

vendrá antes que llegue mi hora de partir;

el Cristo de mi patria, en niño convertido,

veré, y con esta boca le habré de bendecir. 

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Que la Paz del divino Creador este con ustedes siempre.

¡FELIZ NAVIDAD! 

Y 

¡PROSPERO AÑO NUEVO!